El conjunto amarillo se mide este domingo (12.30 horas) en el pabellón Puerta de Santa María al conjunto azulgrana tras solventar sus dos primeros encuentros con meritorias victorias
El Balonmano Caserío quiere hacer bueno el refrán de no hay dos sin tres y busca una nueva victoria este domingo en el pabellón Puerta de Santa María (12.30 horas. Arbitraje de Avilés Fernández y Sánchez Ramírez) frente al filial del Barça. Tras los triunfos en las dos jornadas iniciales ante Burgos e Ibiza, el conjunto entrenado por Santi Urdiales ya ha demostrado de lo que es capaz en esta segunda temporada en la División de Honor Plata y, en este sentido, la visita del filial azulgrana es otra buena piedra de toque para calibrar sus auténticas aspiraciones.
El encuentro se ha tenido que trasladar al pabellón Puerta de Santa María por la celebración en el Quijote Arena del VII Open Internacional Don Quijote de Taekwondo. Barceló, que sigue recuperándose de un esguince, es baja segura, mientras que Nico Ayúcar está pendiente de unas pruebas médicas para conocer el alcance exacto de una lesión en el hombro.
Enfrente estará un Barça que ganó la primera jornada al Atlético Novás y que en la segunda venció al Burgos, en dos partidos resueltos ambos por la mínima.
«Es filial de uno de los mejores clubes del mundo y es una de las mejores canteras. Es un conjunto alegre, que en 5 minutos te puede ‘vacunar’ y que te puede hacer 40 goles en un partido», repasó Santi Urdiales, técnico del Caserío.
Justo hace ahora un año ambos conjuntos ya se midieron en Copa del Rey en el pabellón Santa María con triunfo para los azulgrana en la prórroga, si bien, en la fase de ascenso fue el Caserío el que ganó su partido como local.
Urdiales pronostica un partido que se decidirá «por pequeños detalles. Hay que adaptarse bien a su estilo, pero también pensar en lo que hacemos nosotros bien, plantear bien el encuentro y ser competitivos».
Sobre el hecho de jugar en el Puerta de Santa María, el santanderino no oculta que es un escenario que a él le trae grandes recuerdos pues allí logró como jugador sus primeros títulos con el BM Ciudad Real, y más allá de los posibles inconvenientes que puede suponer el traslado desde el Quijote Arena, solamente se centra en completar un buen partido para lograr dos nuevos puntos que le mantengan en la zona noble de la tabla.