El BM Caserío cosechó este domingo contra el Barça Atlètic (28-27) una victoria de prestigio después de realizar el que posíblemente haya sido su mejor partido en lo que va de temporada en Plata, y además ante la mejor entrada registrada en el Quijote Arena, con cerca de un millar de aficionados en las gradas. Un partido redondo de los hombres de Santi Urdiales, que encadenan dos victorias para colocarse con 12 puntos en la clasificación del Grupo B, a uno de la tercera plaza cuando solo restan cuatro jornadas para el final de la primera fase.

Sin embargo, al técnico santanderino le sigue pareciendo «una utopía» pensar ahora en la posibilidad de pasar el corte como uno de los cuatro primeros clasificados al final de esta primera fase -asegurando así la permanencia en marzo-, apuntando a los partidos complicados que le quedan: tras el descanso del próximo fin de semana, el Caserío viajará a Antequera, recibirá al colista Sant Quirze y acabará también a domicilio en Málaga. «Hay mucho equipos implicados. Lo que vamos a hacer es intentar sumar todos los puntos que podamos y no pensar en otra cosa», dejaba claro Urdiales tras esa brillante victoria ante el filial azulgrana, y añadía zanjando que «no sé si nos salvaremos al final, pero orgullosos sí vamos a acabar».

Porque su equipo jugó a un gran nivel ante el Barça, un rival de un imponente poderío físico. «Sabíamos que teníamos que hacer un partido perfecto. Estamos dando el callo cuando más complicado parece, estamos sabiendo sufrir», resumía Urdiales, «muy contento» como la imagen dada el domingo, al margen de que los puntos sumados puedan o no tener validez en un futuro.