El conjunto amarillo visita al Ibiza al acecho del liderato (sábado, 19.30 horas)
El Balonmano Caserío comienza el mes de diciembre con un complicado desplazamiento a la pista del Ibiza (sábado, 19.30 horas. Arbitraje de Gutiérrez y López Mirón). El conjunto ciudadrealeño afronta este choque pletórico de moral tras su justa victoria frente al Eón Alicante, lo que le ha permitido colocarse a un punto del liderato, que comparten los alicantinos con el Burgos y el Sinfín Santander.
Tres encuentros de Liga le quedan al equipo entrenado por Santi Urdiales hasta el parón navideño, fuera en Ibiza y Santander y en casa con Triana Sevilla, y el objetivo es ir encuentro a encuentro para intentar afrontar el año 2025 con las opciones intactas de luchar por todo.
Este sábado toca jugar en Ibiza, una de esas pistas siempre complicadas, con el hándicap también del viaje. Los baleares son novenos en la tabla con 11 puntos y llegan de lograr un contundente triunfo en la pista del Novás (24-34). Este resultado es un serio aviso del potencial que tiene el Ibiza, por lo que el Caserío deberá mostrar su mejor versión para obtener los dos puntos.
Para este choque ya no estarán José Luis Castilla, cuya ficha ha sido reemplazada por Álex Díaz, que llegó la pasada semana procedente del Ademar de León, y Nico Barceló, que ha decidido volverse a Argentina por cuestiones personales. En principio, el club no va a recurrir al mercado para reemplazar el hueco que deja Nico Barceló y lo que sí asegura es la continuidad de Carlos Ocaña en el equipo, pues una de las opciones que se valoraba era que se fuese cedido una vez recuperado de su larga lesión.
Tampoco podrá jugar Toni Alegre, lesionado de larga duración, mientras que Víctor Morales ya se encuentra en dinámica de grupo tras una baja prolongada por la rotura de escafoides que sufrió a finales de la pasada campaña. Romanillos será duda, ya que arrastra un problema muscular y no se quiere arriesgar.
«Es una salida complicada y un rival difícil. Fuera de casa siempre hay que dar un plus y eso es lo que nos pasó en Lanzarote. El viaje es un handicap y en Lanzarote casi nos cuesta el partido», avisó Urdiales, que se mostró muy satisfecho por la respuesta de su equipo tras la derrota ante el Burgos hace dos semanas.
El técnico santanderino teme este tipo de viajes por la concentración, al cambiar las rutinas, pero no quiere que sea una excusa. «La igualdad en esta categoría es increíble», insistió Urdiales.