El equipo de Ciudad Real arrancará dentro de tres semanas esa segunda fase lejos de los tres primeros puestos, pero ya con el objetivo cumplido de la permanencia y con la ilusión de seguir siendo competitivo.

Al Hiros BM Caserío le quedan ahora ocho partidos más de la segunda fase para disfrutar, una vez sellado su objetivo de la permanencia al haberse metido entre los cuatro mejores de su grupo que pujarán por el ascenso a ASOBAL. Una lucha para disfrutar y, también, para seguir mostrándose como un equipo competitivo en busca de lograr la mejor clasificación posible.

El equipo de Ciudad Real ha accedido a esta fase de ascenso en la séptima posición de los ocho equipos y con tres puntos, lejos de los tres de arriba. Hay que recordar que los dos primeros clasificados ascenderán a la máxima categoría del balonmano nacional, mientras que el tercero jugará una eliminatoria a ida y vuelta ante el antepenúltimo de ASOBAL.

Esos tres puntos, los conseguidos ante el Barça (2) y el Trops Málaga (1) en el Quijote Arena, se quedan lejos de los diez con los arrancarán el Puerto Sagunto y el Novás, además de los nueve del BM Nava. Pudo el Caserío haber pasado con seis puntos para estar más cerca de la cabeza, pero lo impidió la derrota cosechada este pasado sábado en la pista del Málaga.

Ahora la competición se parará durante dos semanas y se reanudará con ese inicio de la fase de ascenso, en una primera jornada en la que los de Santi Urdiales visitarán al BM Nava. Después recibirán al Villa de Aranda, jugarán en la pista del San Pablo de Burgos y acabarán la primera vuelta del calendario recibiendo la visita del Novás. Luego se jugará la segunda vuelta, cuyo último partido tendrá lugar el 28 de mayo. El Caserío tiene muy difícil alcanzar esos tres primeros puestos con los puntos con los que parte, pero, como ya hiciera en la primera fase, peleará por estar lo más arriba posible.