
Ciudad Real volverá a contar con un equipo en la máxima categoría 14 años después. Los amarillos superan en una intensa final al UBU San Pablo Burgos liderados por Marcos Fis y Ángel Pérez de Inestrosa
El 25 de mayo de 2025 es ya una fecha histórica para el deporte de la provincia. El Balonmano Caserío ha certificado su ascenso a la Liga Asobal tras vencer en la gran final de la fase al UBU San Pablo Burgos (31-27) en un Quijote Arena con más de 5.000 espectadores.
Ciudad Real vuelve así a la máxima categoría, donde no tenía un equipo desde la temporada 2010-11. El Caserío acompaña al Eón Alicante, líder de la liga regular, a la Liga Asobal, mientras que el UBU San Pablo Burgos aún tiene una nueva oportunidad en la primera semana de junio, en una promoción de ascenso a ida y vuelta ante el que quede antepenúltimo de la Liga Asobal, competición que disputará su última jornada la semana que viene.
Marcos Fis y Ángel Pérez de Inestrosa lideraron a un equipo que ya es historia del balonmano de Ciudad Real. El joven lateral de 18 años, fue desigando mejor jugador de la final y tuvo una actuación soberbia. No solo son sus 12 goles, con siete lanzamientos de siete metros anotados sin fallo, sino su templanza, su calma, divirtiéndose como en el patio del colegio, sonriendo con cada gol marcado bajo una presión insoportable para otros. A partir del año que viene disfrutarán de él en Granollers.El Caserío ya es de Asobal – Foto: Rueda Villaverde
Y con 21 años más que Fis, Ángel Pérez de Inestrosa, que también se echó el equipo a sus espaldas. Su calma, saber estar, entender lo que el juego requería en cada momento fue clave, al margen de sus nueve tantos. Un sueño para él ascender a Asobal con el equipo de su ciudad.
Los nervios iniciales, tan propios de una cita así, se tradujeron en un preocupante 0-3 de salida tras dos pérdidas. Ángel Pérez de Inestrosa comenzó entonces a bajar las pulsaciones de todos sus compañeros y poco a poco el choque se fue equilibrando, aunque para entonces la mala noticia era ya la segunda exclusión del portugués Jorge Silva, un hombre con muchos tiros pegados en este tipo de encuentros (4-5, m. 8).
Una rosca de Canepa devolvía las tablas en el marcador y un gol de Marcos Fis puso por primera vez por delante a los amarillos casi en el ecuador de este primer tiempo.El Caserío ya es de Asobal – Foto: Rueda Villaverde
Hubo relevo en la portería burgalesa, pero entonces comenzó el show particular del recién estrenado internacional absoluto con España. Marcos Fis impartió en esos 15 minutos una auténtica lección de saber estar, lanzamiento, anticipación defensiva y templanza. Y todo con 18 años. Hasta el intermedio el choque se convirtió en un toma y daca, de tal forma que todo se iba a resolver en los últimos 30 minutos (15-14).
Tampoco comenzó bien el segundo periodo, que fue casi un calco del primero, con un 0-2 de salida. De nuevo la calma de Ángel Pérez de Inestrosa fue contagiando a sus compañeros y el Caserío tardó 9 minutos en volver a ponerse por delante (18-17, m. 40).
La defensa burgalesa tenía muy claro que debía parar a Marcos Fis y un parcial de 2-0 en inferioridad obligó a Roi Sánchez, entrenador de los burgaleses a solicitar tiempo muerto.El Caserío ya es de Asobal – Foto: Rueda Villaverde
Javier Domingo vio la roja por una acción durísima sobre José Andrés Torres, que acabó tocado en el hombro, y el Caserío se lanzó a por su presa, llegando a tomar una renta de cuatro goles (23-19) con un Marcos Fis en estado de gracia e infalible desde los 7 metros.
Con 24-20 (m. 47) Roi Sánchez agotó su segundo tiempo muerto para meter el siete contra 6 en ataque.
Con la roja aún fresca a Domingo, esta vez fue Lumbreras el que vio el camino de la grada en una acción en la que Javier Rodríguez se había resbalado.El Caserío ya es de Asobal – Foto: Rueda Villaverde
En ese contexto Burgos fue reduciendo ventajas (24-22, m. 49), pero dos goles seguidos de Ángel Pérez dieron oxígeno a los amarillos, antes de que Santi Urdiales pidiese tiempo muerto tres arriba (27-24, m. 53). Fueron momentos de mucha tensión, pero entre Ángel Pérez de Inestrosa y Marcos Fis volvieron a echarse el equipo a sus espaldas para terminar de liquidar un partido que acabó con un gol de Campanario, capitán del equipo y que se despedía de Ciudad Real. Todo un guiño del destino. El ascenso ya está aquí. Fin a una travesía por el desierto de 14 años. Ciudad Real vuelve a ser de Liga Asobal.
FICHA TÉCNICA.
BALONMANO CASERÍO. Santi Giovagnola, Jorge Romanillos (1), Santi Canepa (1), Ángel Pérez de Inestrosa (9, 1p.), Sergio Casares (1), Jorge Silva, Álex Díaz -equipo inicial- Pablo Campanario (2), Marcos Fis (12, 7p.), Juan Lumbreras, Augusto Moreno de la Santa, Daniel Palomeque (3), Óscar Ruiz, José Andrés Torres (2).El Caserío ya es de Asobal – Foto: Rueda Villaverde
UBU SAN PABLO BURGOS. Jorge García Lloria, Javier Espinosa, Ernesto López (3), Jaime González (6), Fabrizio Casanova (3), Pedro Martins y Adrián Sánchez (4) -equipo inicial- Álex Chan (6), Pablo Gómez, Elcio Carvalho (ps), Tomás Moreira (2), Javier Domingo, Javi Rodríguez (3), Faust Talens, Christian Alonso, Jesús Lesmes.
ÁRBITROS. Pérez Acedo y Toro Ponce. Roja al local Lumbreras (m. 48) y al visitante Javier Domingo (m. 42). Excluyeron dos minutos a Jorge Silva (2), Campanario, Augusto Moreno de la Santa (2); Javier Rodríguez, Javier Domingo, Ernesto López y Pedro Martins
PARCIALES. 2-3, 5-6, 8-8, 10-11, 13-11, 15-14 (descanso); 16-16, 18-17, 22-19, 25-22, 28-25 y 31-27 (final).
Más fotos:
INCIDENCIAS. Final de la fase de ascenso a la Liga Asobal, disputada en el pabellón Quijote Arena ante unos 4.500 espectadores. En el palco estuvieron, entre otras autoridades, el presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez; el vicepresidente segundo de la Junta, José Manuel Caballero; el subdelegado del Gobierno, David Broceño; el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares; el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde; y el seleccionador nacional, Jordi Ribera. Marcos Fis fue desigando jugador más valioso de la final.